Traducción por Aarón Sánchez Guerra
Durante una noche nublada de agosto en el condado de Haywood, saltan chispas de un pequeño tubo de metal que Corey Isbell presiona contra una cuchilla eléctrica.
Después que un pequeño trozo de tubería choca contra el suelo, Isabell se da la vuelta, se quita el protector transparente que cubre su rostro y dice: “¿Quién sigue?”
Uno por uno, los estudiantes adultos de Haywood Community College toman la amoladora y cortan la tubería en pedazos bajo observación de Isbell, el director del programa de construcción del colegio.
Los ocho estudiantes son los primeros en tomar la clase Introducción a las Habilidades Básicas de Construcción de HCC, un curso de nueve semanas que se lleva a cabo en el campus de Clyde y que enseña los fundamentos del trabajo de construcción.
El curso es parte del programa de desarrollo de la fuerza laboral de HCC. Se hizo posible en parte con dinero federal de recuperación de COVID-19.
La Junta de Comisionados del Condado de Haywood votó en abril del 2022 para otorgar a la escuela $500,000 de fondos provenientes de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, conocido como ARPA por sus siglas en inglés.
El condado de Haywood, con una población de aproximadamente 63,000 habitantes, es actualmente el único condado del oeste de Carolina del Norte que ha optado por utilizar parte de sus fondos ARPA para apoyar a los colegios comunitarios locales.
En total, el condado recibirá más de $12,1 millones a través de ARPA. Esos fondos también se utilizarán para ampliar el acceso de internet de banda ancha y pagar los salarios del personal, según el plan más recientemente aprobado por los comisionados del condado en abril.
“Ya lo sabían, y creo que la oportunidad de poder apoyar ese proyecto les resultó realmente atractiva”, dijo la presidenta de HCC, Shelley White.
Teniendo el ‘boom de la construcción’ en cuenta
La pandemia del COVID-19 marcó el comienzo de la necesidad de programas de desarrollo de la fuerza laboral como los de este colegio, que ofrecerá cursos en sectores como construcción, plomería, HVAC, líneas eléctricas y manejo de camiones, todo respaldado en parte por fondos ARPA.
“Uno de los desafíos del sistema de colegios comunitarios es poder mantener los cursos durante los altibajos económicos de ciertas industrias”, dijo White. Ella señaló que la escuela anteriormente tenía un curso de construcción que fracasó debido a la falta de interés.
“Ahora hay un gran auge de la construcción y necesitamos reconstruir nuestra capacidad para capacitar a las personas para trabajar en esos sectores que son críticos”, dijo.
“Entonces hemos recreado la capacidad de ofrecer esta capacitación, pero lo estamos haciendo de una manera que, con suerte, puede ser más sostenible a medida que hay cambios dentro de la industria”.
Las clases no solo están disponibles para personas que buscan ingresar a la industria de la construcción.
Esas clases incluyen el curso introductorio, en el que los estudiantes aprenden a usar herramientas eléctricas, a interpretar dibujos de construcción y utilizar materiales de manera segura. Aquellos que quieran perfeccionar sus habilidades o aprender algo nuevo pueden tomar el curso de introducción que cuesta aproximadamente $300, sin becas ni asistencia financiera.
Erin Boyd vio un anuncio del nuevo programa en Facebook hace unos meses. Rápidamente llamó a su madre, Patty, con quien es propietaria de Hidden Hollow Designs, una empresa de diseño de interiores en Haywood. Las dos se registraron juntas para el curso.
“Hemos comprado herramientas y no las hemos usado correctamente, así que este curso ha sido muy educativo”, dijo Erin, riendo. También dijo que horas antes de la clase del 16 de agosto, sin saberlo, había usado la sierra equivocada para cortar metal. Después de una clase, ahora sabe que una amoladora habría sido la herramienta adecuada para el trabajo.
“Ahora hay un gran auge de la construcción y necesitamos reconstruir nuestra capacidad para capacitar a las personas para trabajar en esos sectores que son críticos”.
Shelley White, presidenta de Haywood Community College
La madre e hija esperan que a medida que avance la clase aprendan más sobre cómo mantener su negocio. También quieren aprender a mantener las propiedades de alquiler de la familia que Patty y Erin también administran, sin tener que subcontratar ayuda.
“Si podemos hacer parte de ese trabajo nosotras mismas, el trabajo seguirá funcionando”, dijo Patty.
Aunque los cursos están destinados a fortalecer la industria de la construcción existente en el oeste de Carolina del Norte y llenar las vacancias laborales en ese ámbito, también existen otros objetivos para el futuro del programa de desarrollo de la fuerza laboral.
“(El programa) está un poco sesgado hacia ayudar, entre otras poblaciones, a la comunidad involucrada en la justicia social”, dijo Isbell.
También señaló que el programa espera atraer a personas que han estado encarceladas y que pueden estar buscando habilidades laborales.
“Nuestro objetivo es ayudar a las personas previamente encarceladas a obtener habilidades laborales, para que puedan ingresar a la construcción y reducir la reincidencia y sacar a las personas de ese ciclo”.
Más de $3 millones destinados al desarrollo de la fuerza laboral del condado
Además de los $500,000 provistos a través de ARPA, el programa de desarrollo de la fuerza laboral también recibe más de $2.6 millones a través de la Fundación Golden LEAF y del Departamento del Trabajo de Carolina del Norte.
Estos fondos no solo permitieron que el colegio comunitario de Haywood comenzara sus programas, sino que también permitieron que la escuela renovara su campus satélite del colegio en Waynesville, donde se impartirán las clases.
White dijo que la mayoría de las renovaciones necesarias en el campus satélite son menores. Es un edificio tipo almacén de 50 años de antigüedad con grandes salas abiertas, techos altos y puertas de garaje. Sus renovaciones incluyen la restauración del piso, pintar sus paredes y techos, y actualizar el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Esas mejoras ya están en marcha, gracias en parte a los funcionarios del condado que consideraron la educación como una prioridad principal para los fondos ARPA de $12,1 millones del condado, dijo el administrador del condado de Haywood, Bryant Morehead.
Cómo este condado del oeste de Carolina del Norte hizo posible la inversión
La educación no es designada específicamente como un gasto de fondos ARPA aceptable, de acuerdo con las pautas del Departamento del Tesoro de EE. UU. Pero el condado puede financiar algunas iniciativas educativas con dinero de recuperación de la pandemia porque los funcionarios de Haywood reclamaron casi toda su asignación de fondos como una pérdida de ingresos, lo cual es aceptable según las pautas del Tesoro.
Un gobierno municipal puede reclamar sus fondos ARPA como pérdida de ingresos incluso si no hubo una caída real en los ingresos debido a la pandemia. Cuando un gobierno municipal hace esto, puede transferir el dinero a su presupuesto operativo y utilizar los fondos destinados a apoyar la comunidad tras el impacto del COVID-19 en varias formas.
“Para los gobiernos locales, (reclamar la pérdida de ingresos) hace un poco más fácil cumplir con las pautas para que el gobierno federal no vuelva y pida que les devolvamos su dinero”, dijo el administrador.
Es por eso que Haywood pudo reservar $1 millón de su asignación ARPA para su colegio comunitario y el sistema escolar público.
Aún no se ha determinado que será un proyecto específico financiado por $500,000 destinados a las escuelas del condado. Sin embargo, el administrador Morehead dijo que el objetivo es abordar parte de la falta de enseñanza en las escuelas que padecieron los estudiantes debido a la pandemia.